miércoles, 16 de diciembre de 2015

Informatización de la consulta de medicina de familia: implicaciones en la relación médico paciente y propuestas concretas de mejora.



Desde hace algún tiempo y a consecuencia del avance tecnológico el ordenador se ha convertido en herramienta indispensable en las consultas médicas (al igual que en la mayoría del resto de trabajos). La informática nos ahorra tiempo, espacio y dinero.

Si bien no son todo cosas buenas: la relación médico paciente puede verse afectada por ese alto muro a veces infranqueable que es la pantalla de la computadora, entre médico y paciente, impidiendo en muchos casos el contacto visual entre ambos, fomentando silencios incómodos, incluso cabreando a unos y otros cuando se queda ‘pillado’ y hay que esperar a que ‘tire’.

Sin embargo está absolutamente claro y es por todos aceptado que los beneficios superan los inconvenientes. Vivir, o más bien sobrevivir, sin nuestras herramientas electrónicas supondría volver al pasado.



No obstante podemos realizar modificaciones en la disposición de la consulta para paliar este efecto ‘muralla-pantalla’, por ejemplo sentarnos al lado del paciente en vez de en frente de él, mover la pantalla a un lado…

Y quien sabe, quizás en el futuro es posible que exista una pantalla plana que no ocupe espacia y pueda situarse sobre la mesa de tal manera que ambos, paciente y médico, puedan ver por igual la historia clínica, la prescripción o las pruebas complementarias. Después de todo el paciente se encuentra al mismo nivel que el medico cuando acude a consulta (si bien no posee los conocimientos médicos es el interesado en sí, el que sufre la enfermedad y la padece en su propio cuerpo). Contrastando con la relación paternalista que ha imperado en el pasado, la relación médico paciente debe ser horizontal para que funcione, los médicos son consultores que asesoran.



En la práctica diaria en materia de informática nos encontramos con situaciones que nos hacen perder mucho tiempo (un tiempo muy valioso dado del escaso tiempo que disponemos para atender a cada paciente). No se trata solo de denunciar el abundante trabajo administrativo que tiene que realizar el médico en su quehacer diario, también es una propuesta de eficiencia, de mejora de la calidad del servicio y de ahorro de tiempo y consecuentemente de dinero.



He recopilado en esta carta algunas de esas situaciones susceptibles de mejora. Aunque no dispongo de los conocimientos informáticos sobre cómo solucionarlas creo que no sería difícil para un equipo informático experto. Paso a enumerarlas:



1.      Lectura de resultados analíticas sanguíneas: Desde el actual sistema es imposible de un vistazo ver la evolución de valores anteriores. Obliga al profesional a salirse y mirar uno por uno en los anteriores análisis.

2.      Copia al portapapeles del CIP automático: Dado que el sistema de información de Atención Primaria y el del Hospital son diferente no se pueden consultar los informes hospitalarios desde el centro de salud. Es necesario meterse en la información del paciente y copiar su CIP para buscarlo en el sistema de información del Hospital(una vez abierto y accedido con nombre y contraseña).

3.      Consultas hospitalarias: En línea con el punto anterior no es posible saber las consultas hospitalarias y las pruebas de imagen pendientes o las pasadas desde el sistema de Atencion Primaria.

4.      Editor de texto: En los apartados de texto de las visitas clínicas no existe un editor que permita modificar tamaño y otras características de textos por lo que en ocasiones es imposible pegar desde fuentes externas informes o selección de texto. Obliga al profesional a abrir una ventana accesoria al sistema para editar el texto que se quiere introducir.

5.      Diagnósticos limitados: La lista de diagnósticos posibles está limitada a CIE9 y a la hora de poner un diagnóstico se pierde mucho tiempo buscándolo (es necesario abrir un enlace externo para encontrar el código exacto, etiquetando muchas veces con diagnósticos generales y poco precisos porque no los encontramos. La idea de ordenar los diagnósticos es buena pero pierde su utilidad si al final se acaban asociando diagnósticos poco precisos o confusos. Sería más útil poder poner nuestro diagnóstico y si luego queremos recuperarlos para investigación disponer de un banco de sinónimos para tratar los datos posteriormente.

6.      Receta electrónica: si bien supuso una clara modernización en cuanto a la prescripción aún quedan asperezas que podrían mejorarse.

a.       Otro punto es cuando el medico se dispone a renovar dichos fármacos, tiene que hacerlo de uno en uno, no existe la opción de renovar varios fármacos a la vez. Podría ahorrarse bastante tiempo si existiera la opción de renovación múltiple seleccionada en ciertos fármacos de uso prolongado debidamente analizados, no en todos los fármacos.

b.      La retirada de fármacos en la farmacia está limitada a pocos días, por lo que los pacientes polimedicados se quejan de que tienen que ir casi todos los días visitando al boticario.

7.      Acceso al sistema de información por parte de los residentes: Es una contrariedad que los residentes tengan acceso al sistema de información hospitalario y no al de atención primaria. Más aun teniendo en cuenta que realizan guardias tanto en el Hospital como en los Puntos de Atención Continuada.

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