martes, 28 de junio de 2016

Reflexiones e incognitas acerca de la Medicina Rural española


El medio rural es aquel en el cual el número de habitantes no supera las 2000 personas. Su evolución en España ha ido desde un éxodo del mundo rural a urbano y una desagrarización de estas áreas en los últimos decenios, si bien últimamente se está invirtiendo el esquema y son muchas las personas que emigran desde un medio urbano a uno rural. La población rural está determinada por una delimitación geográfica concreta, una integración de la actividad laboral y social en el entorno del pueblo, una estacionalidad, una sociología rudimentaria. 


El médico rural es una figura que ha dependido siempre del Ayuntamiento hasta mediados del siglo pasado, en ocasiones con unas condiciones laborales precarias (debía estar disponible las 24 horas, tenía que avisar al alcalde si quería ausentarse. Encontramos una serie de debilidades como son el modelo paternalista en la relación médico-paciente, la dificultad que conllevan estas comunidades pequeñas para mantener una buena confidencialidad, una mayor accesibilidad a recursos sanitarios locales aunque disminuye el acceso a niveles secundarios de asistencia. La incertidumbre en este puesto, alejado muchas veces del Hospital, el aislamiento profesional y personal, las escasas posibilidades de promoción son otros de los puntos flacos de este trabajo. 


En contraposición la pluripotencialidad del médico en cuestión, que puede ‘hacer muchas cosas en su consulta y fuera de ella’ y la alta calidad de vida de estos pueblos pueden inclinar la balanza a favor de la elección de este trabajo. El médico rural debe tener especial adiestramiento en determinadas habilidades diagnostico terapéuticas aunque tradicionalmente encontramos tópicos erróneos a la hora de implementar con medios diagnósticos la medicina rural: baja cualificación y práctica del personal, riesgo legal… También hay que recalcar que el profesional sanitario puede intervenir con mayor eficacia a nivel comunitario y su principal objetivo debería de ser fomentar un sistema de autocuidados eficaz y trabajar en promoción de la salud.


Se echa en falta iniciativas que tiendan a unificar y mejorar la práctica de la medicina rural. En este sentido encontramos algunos ejemplos inetresantes como: WONCA: Roger Strasser: Directrices para adiestramiento en Medicina Rural; EURIPA: Carta para el médico rural europeo.

Es habitual que el médico trabaje en un pueblo tan solo  por un determinado periodo de tiempo. En este sentido es prioritario fomentar que el médico rural continúe su vida laboral en el medio rural y no se un escalón hasta conseguir un mejor puesto. ¿Cómo combatir la falta de atractivo de este puesto de trabajo para atraer a profesionales con vocación fuerte y motivados para aguantar en su puesto durante largos periodos de tiempo sin pensar en buscar otros trabajos más atractivos?

Luchando contra la animadversión que provoca el medio rural para el profesional de salud nos encontramos con un punto clave: las nuevas formas de comunicación que nos brinda Internet. El desarrollo de estas Tecnologías de Información y Comunicación suponen una revolución en la Medicina Rural y para que todos los profesionales tuvieran acceso su desarrollo debería ser institucional y no individual.


Reflexión del residente: Debemos prepararnos para el desierto que nos espera al terminar la residencias, el dar tumbos de un puesto a otro, contratos cortos, sustituciones y guardias intempestivas. Pero ¿no sería más eficiente que el profesional sanitario pudiera elegir dónde trabajar para evitar la desmotivación y el cambio de médico constante en las poblaciones rurales más aisladas? ¿Debería incentivarse a estos profesionales de la medicina rural?

Tutores, residentes y el mismo sistema formativo deberían a orientar al profesional a la elección de la plaza idónea.


1. Acerca de los cambios en Medicina Rural ¿cómo ha revolucionado internet la Medicina Rural (en cuanto a disminución del aislamiento,etc)?¿cuáles son los próximos cambios que se avecinan?



2. ¿Cómo combatir el bajo atrctivo que tiene actualmente la Medicina Rural para atraer profesionales motivados con vocación de asistir a la población rural?



viernes, 17 de junio de 2016

Reflexión acerca de la creatividad y la incertidumbre en la consulta del médico de familia.




Fernando relativo a la tutoría virtual que hemos tenido últimamente, me gustaría hacer un par de apuntes al respecto. Salvador tuvo la idea de hacer una tutoría virtual por vía telefónica, que resultó ser productiva, sobre todo porque estamos tejiendo redes, ‘cableando una atención primaria precaria en conexiones  entre profesionales de la salud y entre éstos y sus pacientes’.


Hemos hablado de cómo un alto grado de creatividad interna puede lograr una mejora en el desempeño matinal, cotidiano, que incluya todas las esferas de la vida incluida por supuesto la laboral. En este sentido es interesante cultivar la manera de vivir como si todo ocurriera por primera vez, de dejarse sorprender como un niño, de hacer las cosas siempre diferentes a como las hacemos habitualmente. Pensamos que es necesario incluir estas prácticas creativas en nuestra rutina diaria. Amenizan la jornada y resultan productivas a corto-medio plazo. Además mantener un nivel elevado de creatividad en la vida cotidiana fomenta la motivación continua, alimentando los ánimos y evitando el temido ‘síndrome del burn out’ y algo muy importante, es una herramienta muy válida para combatir la incertidumbre que siempre nos ronda la cabeza cuando estamos pasando consulta. Esa incertidumbre necesaria e inevitable puede ser compartida con nuestros pacientes y podemos darles respuesta a veces, aunque no lo creamos posible, con ayuda de movimientos creativos.



jueves, 2 de junio de 2016

¿Quién debe ser el verdadero vector de salud? O la religión de la medicina salubrista




La salud pública es la ciencia y el arte de prevenir enfermedades, prolongar la vida, y fomentar la salud mental y la eficiencia física mediante esfuerzos organizados de la comunidad para sanear el medio ambiente, controlar las infecciones en la comunidad y educar al individuo en cuanto a los principios de la higiene personal, organizar servicios médicos y de enfermería para el diagnóstico precoz y el tratamiento preventivo de las enfermedades, así como desarrollar la maquinaria social que le asegure a cada individuo de la comunidad un nivel de vida adecuado para el mantenimiento de la salud. ....... 1920, C.E.A. Winslow

Está de moda el empoderamiento del paciente, la salud comunitaria, hacer que los pacientes se conviertan en vectores de salud. Es ‘fácil’ aconsejar a nuestros pacientes con IMC elevado reducir su peso mediante ejercicio frecuente adaptado y dieta moderada, abandono de conductas nocivas como el consumo de alcohol y tabaco… pero no siempre es efectivo. Este es un punto que suele acarrear frustración para el profesional, alimentando la hoguera del BurnOut. Quizás tendríamos que empezar por los profesionales de la salud, quizás debamos predicar con el ejemplo, quizás debamos resignarnos a acompañar al paciente sin tener grandes esperanzas en que nuestro mensaje de modos de vida saludable cale en la sociedad.


Desde el punto de vista de la medicina el mensaje es claro: todas las personas deben de actuar como vectores de salud, favoreciendo la promoción de conductas saludables, cuidándose, sirviendo de ejemplo al prójimo…empezando por aquellos que preconizamos la promoción de la salud en la población.