El termino fue
acuñado por Maria Sandmaier en 2004 en su artículo ‘Listening for zebras’ en
The Washington Post. Hace referencia a la faceta virtual que el paciente
adquiere en Internet.
Posteriormente
Dave de-Bornkart desarrolló mucho el concepto del e-paciente a raíz de sufrir
un cáncer potencialmente mortal. Es miembro fundador de la Sociedad de Medicina
Participativa y muy activo en redes sociales (en Twitter @ePatientDave).
Tom Ferguson e
su libro e-pacientes puntualiza que la ‘e’ obedece a cuatro aspectos
importantes (empowered, engaged, equipped, enabled) porque define al
paciente como empoderado, conectado, equipado y capacitado. Este caballero
también diferencia a los e-pacientes según su demanda de información. Así pues
habla de los pacientes agudos(5%), que son los que más información buscan en la
red; los pacientes crónicos(35%), menos demandantes pero más constantes en el
acceso a información acerca del manejo y actualización de su enfermedad; y los
pacientes sanos (60%), que usan estos recursos de forma esporádica.
Ávila de Tomas
defiende en un artículo del 2013 publicado en FMC que ‘Nos debemos convertir en
sanitarios 2.0 para pacientes 2.0’ para mejorar tanto la relación
sanitario-paciente como la relación sanitario-sanitario y sanitario-gestor. El
último aspecto relacional me parece de suma importancia, pues no abundan por el
momento las plataformas que permitan a los sanitarios indicar las situaciones
susceptibles de mejora que se encuentra en su trabajo diario (al menos no
existe una plataforma capaz de llegar instantáneamente a tanta gente, y
mantenerse disponibles por un tiempo duradero en la red para rescatarla desde
cualquier sitio con acceso a internet cuando fuera necesario. También en este
artículo se puntualiza que para que sea fluida esta comunicación en línea es
necesario que tanto el profesional sanitario como el paciente sean capaces de
usar esta tecnología y que estén de acuerdo en el rol que tiene cada uno desempeña
en la relación sanitario-paciente, en la cual el sanitario es un consejero
colaborador consultor que intenta orientar al paciente en sus decisiones de
salud basándose en su experiencia, la literatura científica y teniendo en
cuenta los deseos del paciente.
Lo realmente
interesante de cara a mejorar la salud de la comunidad es el papel activo que
tienen los pacientes, ya que al compartir y generar información pasan a ser uno
más en la relación con los sanitarios y con el resto de individuos. Internet
tiene, por tanto, una función que propugna la igualdad social.
Son muchos los
blogs hechos por los pacientes que ayudan a convivir con la enfermedad por el
beneficio derivado de compartir sus experiencias con otros pacientes afectos de
la misma enfermedad, lo cual repercute positivamente en la visión de su
enfermedad compartida. Colabora también al instruir en el autocuidado,
involucrando al paciente como elemento activo en la promoción de su salud y la
de los que le rodean (ciudadano empoderado en salud).
Además tiene un
componente bidireccional, ya que el sanitario puede contestar la información
vertida por éstos en la red. Derivado de esta doble dirección de la
información, que lo eleva al grado de conversación, el profesional sanitario se
siente más realizado y excelente, pues aprovecha al máximo los recursos que
tiene disponibles para mejorar la Salud de la población (no solo de la
comunidad ‘autóctona’). Mayor realización, mayor excelencia y más eficiencia
(porque evita el uso de recursos sanitarios en términos de personal y
logístico).
Un beneficio que
comparten sanitarios y pacientes es la mejora en la adherencia terapéutica y en
la calidad del autocuidado, pues cuanta más información y accesibilidad exista
entre el sanitario y el paciente más confianza habrá por parte de los dos.
Además el hecho de compartir sus experiencias con otro paciente afecto de la
misma enfermedad repercute positivamente en la visión de su enfermedad
compartida.
Otro aspecto
positivo más a tener en cuenta es el papel que juega la gamificación en la
formación y la divulgación en salud. La aplicación en herramientas virtuales
multilmedia de las mecánicas del juego (esto es el uso de la recolección, la
puntuación, la presencia de comparativas y clasificadores entre los jugadores,
los niveles y la existencia de un feedback o respuesta del sistema al jugador)
y las dinámicas del juego (lo que percibe el jugador: la recompensa, el
estatus, el reconocimiento, la expresión y la autoexpresión, la competición
sana, la cooperación y el altruismo) es una forma eficiente, barata y accesible
de mejorar la salud de la población. El papel del juego en las aplicaciones
digitales en salud puede ir dirigido a
pacientes (especialmente importante para modificar hábitos de vida, capacitar
el aprendizaje de conocimientos y habilidades propios de su enfermedad,
fomentar medidas de autocuidado…) y también al profesional sanitario (formación
de profesionales, formación continuada…).
Por el contrario
encontramos algunos puntos negativos como las desigualdades en el acceso,
competencias y usos de internet entre las distintas personas (la llamada brecha
digital) que podría actuar como una ley de cuidados inversos 2.0lupiañez-villanueva.Por
otro lado también puede plantear problemas en relación a la confidencialidad,
seguridad y responsabilidad legal del médico.
8. Tus primeros pasos en eSalud (Eduardo Tornos Inza).
BIBLIOGRAFÍA:
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J. F. Á., Justel, F. B., & Do Rosario, R. F. B. (2013). El e-paciente. FMC:
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2. Casado,
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3. Ferguson,
T. (2007). E-pacientes: cómo nos pueden ayudar a mejorar la salud.
Mira, J. J.,
Pérez-Jover, V. (2004). Navegando en Internet en busca de información sanitaria:
no es oro todo lo que reluce…. Atención primaria, 33(7), 391-399.
4. Rodríguez,
K. V., Pardo, J. C., Dani, L., Martín, S. M., & de Tomás, J. F. Á. (2015).
Gamificación: papel del juego en las aplicaciones digitales en salud. FMC:
Formación Médica Continuada en Atención Primaria, 22(7), 369-374.
5. Castillejo,
J. A. P. (2013). Telemedicina, una herramienta también para el médico de
familia. Atención Primaria, 45(3), 129-132.
6. de Tomás,
J. F. Á. (2012). Tecnologías de la información y comunicación en atención
primaria. FMC-Formación Médica Continuada en Atención Primaria, 19(6),
365-368.
7. Villanueva,
F. L. (2011). Salud e internet: más allá de la calidad de la información. Revista
española de cardiología, 64(10), 849-850.
8. Tus primeros pasos en eSalud (Eduardo Tornos Inza).
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