lunes, 11 de enero de 2016

Coaching en la consulta de Atención Primaria, una propuesta motivadora para combatir una relación médico paciente obsoleta.



En los últimos años se ha puesto de moda la figura del coach, ese entrenador personal que como si de un pepito grillo atleta se tratara, nos ayuda en nuestro camino hacia el éxito. La idea es mucho más antigua, se dice que el primer coach fue Sócrates, que extraía lo mejor de sus discípulos (‘’yo no puedo enseñaros nada, solo puedo ayudaros a buscar el conocimiento dentro de vosotros’’).

También en materia de salud, en nuestra consulta, es posible usar algunas técnicas de coaching y motivación. En este caso los objetivos a alcanzar son de salud, como evitar algún habito o conseguir alguna mejora en materia de hábitos de vida saludable. Aunque no siempre sea posible, esta fórmula logrará una insólita adherencia terapéutica y una disminución en la frustración de ambos interlocutores (necesariamente a consecuencia de ir alcanzando los objetivos marcados, pues sin cambio no existe coaching). 

Coach es comunicación, es hacer que el receptor autoidentifique sus carencias y les ponga solución para alcanzar sus objetivos. Esta afirmación contrasta con el modelo de relación médico paciente paternalista que existía hasta hace bien poco, el que el paciente se limitaba a esperar la receta del médico, como si no fuera el protagonista último de su propio cuerpo, obviando que en última instancia es el cuerpo el que se cura a sí mismo. En la actual relación horizontal el medico es más un consejero que un simple prescriptor que dicta que es lo bueno y que es lo malo, trata al paciente como un adulto responsable con capacidad de decidir y con un conocimiento de su propio cuerpo equiparable al del médico (aunque no posee conocimientos en medicina es el sujeto que padece la enfermedad). El médico-coach no dictamina lo que el paciente tiene que hacer, sino que mediante preguntas facilita que sea el mismo paciente el que marca sus objetivos en salud y se haga cargo de su ‘’curación’’.

En resumidas cuentas el coaching es el proceso que ayuda a cambiar una situación actual por otra deseada. Para ello es necesario marcarse objetivos, saber a dónde vamos, y elegir de entre ellos los que más nos apremian para así, marcándose pequeñas metas, movilizarnos en la dirección correcta. Es importante también prever las dificultades y poner los medios para enfrentar esos obstáculos que seguro que se nos pondrán delante. Para este proceso de cambio son necesarias dos cosas: la existencia de una conversación posibilitadora (si el tiempo de consulta nos lo permite) y las habilidades comunicativas del médico (deben de ser identificadas como prioritarias en medicina de familia y auspiciadas en su formación).

Como conclusión para llevarnos a nuestra consulta debemos ser capaces mediante preguntas adecuadas dejar que sea el paciente el que se exprese, y no terminar la consulta sin alcanzar un compromiso por pequeño que sea con nuestro paciente. Solo con este compromiso habremos conseguido realizar coach, solo con este compromiso estaremos avanzando, avanzando en la buena dirección.

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